¿Cómo vivi el primer módulo de la Formación Profesional Escuela de Lectores?

Con la práctica abrimos camino a nuestra experiencia y a nuestra propia maestría de vida.

Cuarenta almas emprendemos esta nueva aventura y, como cuando somos pequeños, vamos aprendiendo a reconocer todos nuestros cuerpos, a reconocer mundos completamente nuevos con mucha curiosidad, apertura y asombro.

Empezamos a fortalecer nuestros músculos para aprender a sostenernos,

ponernos de pie y abrirnos camino mientras andamos, paso a pasito,

adentrándonos a un portal totalmente desconocido. Y en nuestras manos, un

ingrediente principal: creer en nosotros y confiar en la magia que existe dentro de cada uno.

Puedo sentir la adrenalina en mi cuerpo y una mezcla de emociones entre alegría y miedo por lo que se irá revelando en el camino. Esa sutil voz vuelve a aparecer dentro de mi diciendo: vamos más profundo, vamos más adentro…

El primer módulo nos lleva al origen de los tiempos por los que estamos pasando, impregnándole propósito y entendimiento a nuestro camino, a los cambios que estamos viviendo en muchas áreas de nuestra vida, abriendo nuestra mente a las preguntas: ¿Por qué aquí? ¿Por qué ahora?

Al mismo tiempo vamos aprendiendo a conectar con nuestro cuerpo físico, a través de ejercicios somáticos y de yoga suave; nuestro cuerpo mental y emocional, a través de las páginas de la mañana; y con nuestro cuerpo espiritual, a través de la meditación de la mañana que nos ayuda a arraigarnos con la energía de la Tierra y a conectarnos con la energía del Sol Central y el Universo, permitiéndonos iniciar un nuevo día de manera intencional, balanceados y alineados con nuestros chakras o centros energéticos.

Iniciamos nuestra práctica en casa, dedicándole un espacio sagrado a través de la creación de nuestro altar personal, una de mis actividades favoritas que me ha motivado a estudiar con mayor profundidad sobre su significado.

En lo personal mi camino me llevó a estructurarlo conforme a la cosmovisión andina, construyendo mi altar personal con los elementos, conectando con las direcciones, los animales de poder de la rueda de la medicina y a partir de ello, abrir un espacio sagrado a través del rezo y la ofrenda. Entendiendo que cada elemento que convive en mi altar externo es la materialización de mi práctica espiritual, de lo que vive y se transforma dentro de mí.

Esta práctica se ha convertido en un pilar para abrir mis Registros, ya que al configurarlo de esta forma pude sentir cómo estas energías sagradas se anclaban en mi espacio, otorgándole un mayor orden y estructura a mi canalización, recibiendo información con mayor fuerza y de manera mucho más fluida, más clara y contundente.

También realizamos una meditación para conectar con nuestros Guías y empezar a reconocer a quienes forman parte de esa gran red que nos sostiene. Desde nuestros ancestros, seres queridos, maestros espirituales, animales de poder, ángeles arcángeles, que nos ayudan a conectarnos a aquellas frecuencias más veloces y elevadas, para transmitirnos los mensajes y actualizar nuestra alma.

Decidí realizar esta meditación por 7 días seguidos y las respuestas han sido

súper reveladoras, mientras que iba entendiendo cómo funciona mi conexión con ellos. Algunos están presentes siempre, otros van cambiando conforme a la

energía que necesito percibir en ese momento. Ha sido increíble para mí conocer

y conectar con la energía de los Guías que me acompañan y me regalan una

pista, como una pieza del rompecabezas, que va calzando perfectamente con

otras piezas, dándole forma, coherencia y significado a un cuadro mucho más

amplio de mi existencia que está lleno de colores, emociones, sensaciones y

vivencias.

Como todo hábito, ha sido importante para mí establecer una práctica procurando realizarla diario para cultivar mi conexión espiritual y familiarizarme con las diferentes formas en las que voy recibiendo los mensajes de mis Guías.

He notado una gran diferencia en mi energía cuando empiezo el día conectando conmigo y también he podido notar un gran avance en mi canal, pues de empezar recibiendo palabras cortas y figuras geométricas que no comprendía, con paciencia y determinación, se han transformado en oraciones enteras y significados que irían tejiendo una red de información y autoconocimiento, desde patrones para sanar, ordenar prioridades, recibir decretos y meditaciones personalizadas, tomar decisiones, reconocer mis dones, abrir mis perspectivas sobre una situación, reconocer el origen de algún miedo, entre otras cosas que todavía estoy por explorar.

Poco a poco voy adentrándome a experimentar el poder de mi autonomía espiritual y a escuchar con seguridad la sabiduría que ya existe en mí.

Desde este primer módulo ya practicamos con nuestros compañeros, intercambiando lecturas con preguntas previamente formuladas.

Otra de mis actividades favoritas porque vamos aprendiendo a reforzar y validar que estamos bajando información de nuestros Registros Akáshicos, y nos vamos dando cuenta cómo estamos resonando entre nosotros, y cómo nos vamos sintiendo reflejados y acompañados recibiendo lecciones bastante duras, a veces, pero llenas de luz, de amor y compasión que se percibe a través de la mirada y la conversación que se despierta entre nosotros. Y esto apenas comienza, como bien dicen mis Guías: “Vamos recorriendo el camino, pues en el camino es en donde se van a ir revelando las respuestas que estamos buscando…”

Garbiela